Capítulo diecinueve.

~Alejandra~

Esto es justo lo que necesito ahora, una noche de Satín Hood. Quiero olvidar a Justin, quiero volver a mi vida y con esto casi lo puedo conseguir. Alejados del pueblo, en el almacén con mi gente, en la oscuridad de la noche. Es cuando mejor se siente. Voy por mi cuarta cerveza pero parece que no me hace ningún efecto el alcohol esta noche, yo seguiré desafiándolo entonces.

-¿Me vas a contar qué te ha pasado en la cara?-Ryan me pregunta por novena vez esta noche.

-Ryan-Le digo cansada de sus preguntas-Ya lo sabes, ¿De verdad quieres que te cuente los detalles?-Él asiente y noto algo de furia en su rostro.

-Tranquilo, ya sabes que es siempre lo mismo-Le digo con algo de pesar. Menos mal que esta noche es solo para los más jóvenes de la banda, es la fiesta de iniciación de uno de nosotros. Nuestra banda se divide en varias ramas pero una de ellas son los más mayores y nosotros, que somos los adolescentes, algo parecido-Cambiemos de tema.

-Vale-Después de darle un sorbo a mi cerveza miro a Ryan que me sonríe pícaro-¿Qué hay entre el novato y tú?

-Entre Justin y yo no hay nada-Le digo rotundamente-Nada-Repito.

-No es eso lo que vi...-Canturrea.

-Déjalo¿quieres? Eso se ha acabado-Eleva las manos.

-Vale princesa-Ríe.

-No me llames así!-Le digo dándole un empujón suave mientras bromeamos.

-Eres tonta...-Reímos y chocamos nuestros botellines medio vacíos-Que sepas que a mí me caía bien ese imbécil.

-Ryan...

-Vale vale, era una broma-Me da un beso en la mejilla y se va con Chaz a otra parte del almacén. Realmente no sé que haría sin Ryan, sonrío. 

El almacén hoy está tranquilo, es una fiesta tranquila, dentro de lo que cabe. Nadie discute, ni se pegan, todos bailan al ritmo de una música latina que me recuerda a mi pais, y que me hace estar como en casa. Y realmente resulta una tontería, porque no conocí mi casa. Diviso al fondo del almacén a Chris, drogado y con una tía encima comiéndole la boca, dejándola marcas, como si fuera un animal. Me produce algo de asco, pero en el fondo sé, que aún que no le quería, no he olvidado sus caricias, ni su cuerpo sobre el mío. Desvio la mirada hacia el lado contrario y Cameron, el chico nuevo, se ha unido a Ryan y Chaz, y hablan amigablemente sobre algo que no logro escuchar. Cameron fija su mirada en mí y ve que le estoy mirando, sonríe, y juraría que me ha puesto caliente con solo una sonrisa. Alzo el botellín de cerveza y el brinda conmigo desde la otra punta, con una sonrisa terriblemente sensual. Él es uno de los que no están borrachos ni drogados a estas alturas de la noche, y eso es un poco raro, estando en los Satín Hood. Este niño está coqueteándome desde el otro lado con su mirada, y yo decido no quedarme atrás, le guiño un ojo y él ríe. La verdad es que está bastante bien. Tiene el pelo moreno oscuro, y le cae por encima de los ojos, le hace más joven, y eso me pone aún más. Lleva la bandana negra ya colocada en su frente y le queda verdaderamente sexy.

-¡Ale!-Britanny viene a mi lado y me ofrece un cigarrillo que yo acepto encantada.

-Hola Brit¿Y Mike?-Le pregunto bromeando.

-¿Estás de coña?Si por algún casual viniera Frank o alguno de los mayores le pegarían una paliza por estar aquí, ya lo sabes.

-Lo sé, estaba bromeando-Sonrío.

-Hola chicas-Se une a nosotras Danielle-¿Habéis visto a Cameron?Está buenísimo.

-Danielle, Le pegaste una paliza ¿Recuerdas?-Digo riendo.

-Es cierto... debe ser esa la razón por la que no quiere acostarse conmigo-Echo el humo del cigarro de golpe y Brit y yo miramos intrigadas a Danielle que ríe coqueta-Sí, ya se lo he preguntado.

-Uau, que directa-Le digo.

-¿Sabes lo que me ha dicho?Quiere conocerte-Me dice.

-¿A mí?-Le digo sorprendida, ella asiente-Luego iré a hablar con él...

-¿Solo hablar?Tíratelo!-Suelta Brit, y todas estallamos en carcajadas.

-Tal vez...-Sonrío pícara.

-Eh¿Qué hay de Justin y tú?-Pregunta Danielle. Yo enarco una ceja-¿No irás a engañarle?-Ríe.

-¿Eres tonta Danielle?Entre Justin y yo no hay nada-Le digo furiosa. Estoy harta de él, es más, todo el mundo habla de lo mismo joder. Ni aquí puedo olvidarme de él.

-Lo siento...-Retrocede.

-No pasa nada, voy por otra cerveza-Digo decidida. Necesito un par de ellas más por lo menos para entrar a Cameron.

-¿Ha pasado algo que yo no sepa, Ale?-Se acerca la única persona, además de Ryan, que sabe la verdad sobre lo que pasó en esa fiesta.

-No...-Digo algo nostálgica.

-Vamos Ale, cuéntamelo-Me paso la mano por la nuca, sopesando la posibilidad de contárselo¿Y si lo cuenta? Los Satín Hood me matarían, literalmente...no, tanto como eso no, pero si que me pegarían un buen escarmiento-Vamos, no soy Danielle. Puedes confiar en mí-Asiento al fin y Britany sonríe-Vamos a sentarnos.

Así hicimos. Le conté todo, hasta nuestro beso en los vestuarios, nuestro encuentro en su casa haciendo el trabajo de biología, y lo que ha pasado hoy. Oh, y tampoco me he olvidado de contarle lo que me pasó aquí cuando estaba drogada y creía que iba a hacerlo con Justin, que lo deseé con todas mis fuerzas. Cuando termine, su boca formaba una O gigante que solo hizo que riera.
-¿En serio me estás diciendo esto?-Me pregunta.
-Sí, y como digas algo te mataré-Le digo bromeando. 
-No diré nada, lo prometo-Nos sonreímos.

(...)

Conseguí que el alcohol empezara a superarme, y ya había bebido más de la cuenta, aún que parecía que la fiesta solo acababa de empezar. Todo el mundo seguía bailando, y la música cada minuto estaba más alta. Me tiré un buen rato bailando con Ryan y los demás, con las chicas, pasando un rato agradable. Alguien que no conocía se me acerco y cogio mis caderas por detrás, haciendo que me moviera más rápido. Cuando vi su terrible sonrisa, reí coqueta y seguí bailando con él. Daba la casualidad que esto de bailar y conquistar con ello se me daba bastante bien, entonces así hice. Me contoneaba a su alrededor al ritmo de la música, moviendo las caderas al máximo. Él me correspondía moviéndose igual y en ese momento pensé en él y yo, y una cama. Cuando la canción terminó, me cogió por detrás.
-Vamos a beber algo, nena-Me susurró al oido, y todo me tembló.
Nos acercamos a la nevera y cogimos un par de cervezas, una para él y otra para mí, y brindamos a nuestra salud. 
-Soy Cameron, creo que ya me conoces-Dijo con una sonrisa, me mordí el labio.
-Sí, sé perfectamente quien eres-Sonrío-Yo soy Ale.
-La Mexicana, lo sé-Enarco una ceja divertida-Te conozco.
-No, no me conoces lo suficiente-Me acerco y se lo susurro al oído. También le pego un pequeño mordisco en el lóbulo y él suspira.
-Está bien gatita, me aburre esta fiesta. ¿Quieres que vayamos a mi casa?-Me pregunta pícaro, y en ese momento sé que le ha puesto que le muerda. Paso la lengua por mi labio inferior, provocándole.
-Está bien-Le digo al fin.

Cuando veo su moto, alucino, es una de alta gama, y muy cara-Es un regalo de Frank-Me dice el chico sonriendo, se ve que está entusiasmado con ella. Yo ruedo los ojos cuando pienso en que Frank no hace regalos gratis, ni si quiera por entrar en la banda. Pero Cameron no lo sabe.
-Oh genial, soy la primera chica a la que montas en esta moto-Digo riendo mientras me siento en el asiento trasero de la moto. Él se sienta delante, pero dado la vuelta, de cara a mí.
-Nena, no será la última-Se acercó a mí y me besó salvajemente. He de admitir que no me lo esperaba para nada y que me puso bastante. Enredé mis manos en su cuello, y él me agarró fuertemente la cintura. Iba levantando lentamente mi camiseta.
-Me gustaría llegar a tu casa con la ropa puesta por favor-Digo riendo en su boca.
-Está bien-Gime.
Se da la vuelta y arranca la moto, que ruge fuertemente debajo de nosotros. No sabeís cuanto me gusta ese ruido. Me agarro fuertemente a él y palpo su tronco, y lo que me encuentro me gusta.
Cuando ya estamos en su habitación, me tomo unos minutos para obsevar su cuarto. Una guitarra cuelga de un lado de la pared, y parece un chico ordenado y de los buenos¿Qué hace metiéndose en nuestra mierda? Oh sí, el dinero es muy tentador. Inesperadamente Cameron me gira y me coje a horcajadas para ponerme sobre su escritorio y empotrarme contra la pared. Me besa rápida y calientemente, yo intento seguirle mientras aparto las cosas que hay en el escritorio de mi trasero. Uau, este chico sabe lo que hace, sonrío en sus labios. Empieza a bajar por mi cuello dejando una hilera de besos sobre él. Coge mi oreja, y juguetea con ella para luego bajar al cuello y besarme cada parte de él, mi cuerpo arde junto al suyo.
-Me encanta este lunar-Dice en un suspiro rozando con su dedo mi cuello. Me provoca un escalofrío, que recorre toda mi columna.
-A mí me encantas tú-Le digo cogiendo su boca y mordiéndome el labio. Seguimos besándonos durante minutos, hasta que la cosa se vuelve más salvaje aún, y su lengua se abre paso en mi boca y se mueve sin parar. 
-No sabes como me estabas poniendo en el almacén, cuando bailabas-Vale, hasta aquí he llegado. Quiero hacerlo con este tío, y quiero hacerlo ya.
-Vamos a la cama-Le digo entre suspiros.
-No, todavía no, cariño-Me dice con una voz ronca tan sexy que me hace estremecer. Reímos y él vuelve a mi cuello, besándolo. Esta vez baja algo más, hasta mis pechos, y besa la parte superior de estos, y mi canalillo.
-¿Cuántos años tienes?-Le digo entre jadeos-No quiero ser una pederasta.
-Nena, seguro que con lo que yo te voy a hacer, no te va a importar la edad que tenga-Me dice carcajeando-Pero si te quedas más tranquila, tengo 16.
-Estarás de acuerdo conmigo en que soy una pederasta total-Digo riendo.
-Para nada, puedes venir a darme las buenas noches cuando quieras-Soltamos una carcajada sonora y, sigue sorprendiéndome, cuando me eleva del escritorio y me lleva a horcajadas hasta la cama. 

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HOLITAA! (: Bueno como veís, os he subido en dos días (record) JAJAJAJJAOkno. Bueno, como siempre, espero que os guste y que me sigaís comentando que me encanta <3 

 Intentaré subir cuando pueda! (:

Déjame saber que te parece la novela aquí: 

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She's my sister.

Bueno, esto va para una persona muy especial para mí. Porque sin ella muchas de vosotras no estaríais leyendo mi novela y aparte de eso porque es la mejor del mundo mundial. Porque ya no sabía agradecerte lo que haces por mí cada, día. Porque me sacas sonrisas en los momentos en los que nadie podría, porque recomiendas mi novela en todos los sitios. Y lo más importante, que siempre estás ahí, siempre. ¿Qué importa el tiempo que llevemos siendo amigas? ¿Uno?¿Tal vez dos años? No me importa el poco o el mucho tiempo, el caso esque ese tiempo sea inolvidable, y los momentos que pasemos juntas los recordemos de mayores cuando estemos en nuestro apartamento en Londres, y miremos nuestras fotos de ahora y digamos:

-Mira que idiotas que éramos.

Y riamos, y recordemos todos esos momentos que nunca pasan desapercibidos. Porque si tú estás mal, yo te animo, y tú haces lo mismo conmigo. Porque si yo no suelto una parida la sueltas tú, y que por una tontería podemos pasarnos la tarde riendo. Pero ¿Sabes qué? Ya no solo reímos por la tontería, sino porque estás justo donde quieres estar, con tu amiga, agusto. Sí, señoras y señores, ella es mi amiga, mi hermana y se llama Diana Gaspar (PrettyBrownEyes)  gracias por todo, sitah. No sé si con esto te ha quedado lo suficientemente claro cuánto te lo agradezco por todo, pero si quieres te hago una biblia y ahí te explico todo ¿Quieres? lol. Siempre juntas, recuérdalo. Nuestros sueños, juntas.

Capítulo dieciocho.

~Alejandra~

Cuando llego al instituto y aparco mi moto, respiro hondo antes de meterme en el instituto. Este es uno de esos días en el que la gente no va a dejar de mirarme y expandir rumores de lo más aterradores. Puede que alguno acierte con lo que en realidad me ha pasado. Me pongo la capucha de mi sudadera, de manera que por lo menos me tape un poco la cara, puede que no lo note nadie. Que mierda, claro que lo notarán, mi cara parece la de un payaso mal maquillado. Me acerco decidida como cualquier otro día a mi grupo de amigos y me junto a ellos.
-Hola-Digo.
-¿Qué hay?-Me dice Chaz. Levanto un poco la mirada y veo que Ryan me mira raro, como intentando mirarme la cara, y eso no es bueno, me ha notado algo raro. Cuánto más se esfuerza por verme la cara, más bajo yo la cabeza.
-¿Puedes parar?-Le digo seria.
-¿Qué tienes en la cara?-Me pregunta curioso. Cuando va a tocarme la barbilla para levantarme la cabeza, le aparto la mano de un manotazo. Genial, todo el grupo nos mira.
-Déjame-Espeto furiosa. Él asiente nervioso, pero he logrado que se callara, por lo menos por ahora, pero sé que no lo dejará pasar, eso seguro.

(...)

Llega la hora del recreo y con ello algo de tranquilidad. Ryan ya me ha visto la cara y está cada vez más nervioso y preocupado, se lo noto. Pero no pienso decírselo, aún que sé que él ya lo sabe mas o menos, ya que no es la primera vez que Héctor me pega. Danielle y Brit también me han visto, ya que en clase de Informática me han echo quitarme la capucha. Todo el mundo tenía esa mirada, la misma de siempre, entre miedo y diversión. La verdad no me importa lo que la gente piense de mí, puede que los rumores que corren por ahí sobre mí sean aún mejores que la realidad, es mi apariencia. Me siento contra la pared a comer mi manzana junto con las chicas y Dereck y Chaz. 
-Eh, ¿Sabéis? Hoy viene el nuevo al almacén-Menciona Chaz.
-¿Quién?-Pregunté, él río ante mi confusión.
-Ah cierto, tu estabas en el calabozo...-Aprieto mi mandíbula al recordarlo-Se llama Cameron, y es uno de iniciación. 
-Hace unos días le dimos la paliza de iniciación-Contribuye Brit mientras se mira las uñas. Yo asiento. Odio esas palizas, y doy gracias de no haber estado para una de ellas, normalmente me eligen para darlas. Unos cuantos Satín Hood, de los que tienen cargos más altos, se reunen cuando un nuevo quiere entrar en la banda y una vez que aceptan, se llevan miles de golpes por personas que ni siquiera ves, porque te vendan los ojos. Aún recuerdo la mía, estuve unos días sin poder moverme, era demasiado joben para eso. 
-¿Cómo pasó la paliza?-Pregunté. Se miraron entre ellos y soltaron una carcajada sonora.
-El pobre se quedó inconsciente en el medio del campo-Dice Chaz. Intento disimular mi preocupación por un pobre chico de 16, tal vez 17 años, que acaba de meterse en la boca del lobo, literalmente. Esas personas que se meten en esta mierda porque quieren, son unos idiotas, yo no tuve elección, y si la hubiera tenido, ahora mismo no estaría metida hasta las cejas.
-Le dimos fuerte-Alardea Danielle, yo río con ellos, para que no noten que este tipo de cosas me provocan náuseas-Oh, oh... Chico buenorro acercándose...-Estaba tan distraída que no me había dado cuenta de quien se acercaba a nosotros, ¿Qué mierda está haciendo?
-¿Podemos hablar?-Me dice con una expresión furiosa, tiene la mandíbula contraída.

¿Qué ha pasado? No sé como se le ha ocurrido venir a buscarme aquí, delante de todo mi grupo, que por cierto, están atentos a mi próximo movimiento. Asiento, y noto como aparece algo de alivio en la cara de Justin, pero la esconde y sigue andando decididamente, cruzando el patio, mientras yo le sigo, presas de las miradas de medio patio. Se para detrás del edificio del colegio, donde nunca hay nadie.
-¿Y bien?-Le digo, con mi actitud de chica peligrosa.
-¿Y bien?-Me repite, está completamente exasperado. Juraría que tiene un aire a Ryan esta mañana.
-Querías hablar¿No?-Le digo-O mejor, ¿Cómo se te ocurre venir a buscarme en medio del patio?Te lo dije Justin, esto no va a ir así-Me acerco más a él.
-Joder Ale, no quiero hablar de eso ahora-¿Ah no? Le miro con indiferencia, confundida-¿Sabes de lo que quiero hablar?Quiero hablar de lo que hiciste anoche, de porque no te defendiste cuando ese cabrón hijo de puta te pegaba con una bate hasta dejarte casi insonsciente y luego follarte mientras tú te dejabas. Por qué ¿Eh?¿Vas a explicarmelo?-La vena de su cuello se hizo más notable aún, juraría que se iba a salir de su sitio, pero era tan furiosa como sexy a la vez. Me mordí el labio. Cuando dejé de pensar en su cuello procesé lo que me estaba diciendo, ayer vio a Héctor. No no no... esto no podía pasarme, no ahora. Aprete mis puños, con fuerza.
-No te importa, Bieber. No te metas en esto-Es todo lo que puedo decir.
-Ah claro, claro que no me importa...-Se pasa la mano por el pelo-Te recuerdo que ayer me besaste y me contaste todo ¿No debería importarme?-Dijo subiendo el tono de voz.
-Lo sabía!Sabía que ibas a sacar ese tema-Estaba empezando a perder los nervios, y eso no era bueno-Mira Bieber, tú y yo solo somos compañeros de trabajo ¿Te queda claro? No quiero tener nada que ver contigo. 
-¿Y por eso me contaste todo lo que me contaste?-Dice algo más calmado, creo que me pasé.
-Te lo conté para que supieras que no estás echo para mí, que no podemos ser amigos. Y te besé porque...-Piensa, necesitas una razón convincente, Ale-Te bese porque no dejabas de hacerme preguntas, y no sabía que hacer-Sus ojos oscuros y furiosos, se apagaron de repente. Justin agachó su cabeza, y sé que la he cagado, pero es lo mejor para los dos-Mira Justin, tú y yo somos muy diferentes, y los dos sabemos que no podemos ser amigos. Solo tienes que mirar a tu alrededor y ver como todo el patio nos ha mirado. A tu grupo no le ha echo gracia que vinieras a hablar conmigo, al igual que el mío. Pero es normal, tenemos vidas diferentes...no lo hagas más difícil por favor-Suspiro cuando termino. Estoy segura que estas palabras me han dolido a mí más que a él, puedo asegurarlo.
-Está bien-Dice al cabo de unos segundos-¿Qué tal esto?¿Que tal si dejamos esto que tenemos? Vamos a limitarnos a hacer el trabajo, por separado. Lo repartiremos, así ninguno tiene que estar con el otro, es lo mejor. Tú quieres eso, y yo lo respetaré-Justin aprieta sus dientes y se va decidido. No quería esto, no quería que esto se acabará, por lo menos nuestro trabajo era algo que podía mantenernos unidos sin levantar sospechas, y ahora lo he jodido. Mentiría si dijera que no me gusta pasar tiempo con él, mierda.

~Justin~

Esto no era lo que tenía previsto que pasará. Pensaba en que... bueno en que Ale me contará la verdad sobre su "padre de acogida" y el por qué se dejó pegar. Pero ahora no podía seguir pensando en eso, de momento. Todo eso que ella decía... No soy psicólogo, pero se me da bastante bien interpretar expresiones y su voz temblaba, no era tan convincente como ella quería que fuera. Y por eso creo que lo que me ha dicho es lo que tiene que pasar, no lo que ella quiere que pase. Puede que tenga algo de razón en todo esto, y que no estemos echos para estar juntos, pero ahora sé que no me importa. No necesito ser igual que ella, ni tener cosas en común si de verdad estamos bien el uno con el otro. Río sentado en la cama de mi habitación, debería dejar de soñar. Ya está claro, que no vamos a volver a ser nada, y si nos tenemos que ver será en el instituto, es lo que queremos los dos, y así va a ser. Voy a volver a mi vida, voy a jugar al fútbol como nunca, tengo que ponerme mis propias metas, lejos de ella, de su mierda. Puede que me busque incluso una pareja, Anna está muy bien. Eso es, lo haré. 

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¡LO SIENTO! Dije que iba a subir la semana pasada 2, pero no me ha dado tiempo y en el fin de semana he tenido compromisos pero bueno... AQUI TENÉIS EL CAPÍTULO 18! Espero que os guste muchísimo, y una vez mas, gracias por vuestros comentarios de verdad, no sabéis como se nota cuando tienes gente ahí detrás que lee tu trabajo y cuando no. Un beso y volveré pronto! (: 

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Capítulo diecisiete.

En el capítulo anterior...

Definitivamente había perdido el control de mi vida. Dejo el móvil donde estaba y le doy un último sorbo al café, para después quitarme la ropa y meterme en la cama. Ha sido un día bastante largo y, realmente añoraba mi cama. Mil pensamientos cruzan mi mente, imaginando historias surrealistas , soñando sueños imposibles, jugando a juegos en los que podría quemarme.

Un final feliz. Mi cabeza soñaba con eso, un final donde el prínpice rescataba a la princesa. Un final en el que los ogros desaparecían gracias a los polvos mágicos de campanilla. Un helado chorro de agua cae sobre mi cara, y no estoy soñando.
-¿Qué...?-Digo. Me quedo callada en cuanto veo a Héctor, mirándome fijamente. Sostiene algo, un bate, un puto bate de béisbol. 
-Esto por los 10000, guarra!-No me da tiempo a incorporarme y esquivar el golpe, cuando siento un gran dolor en mi hombro, oh joder...
-Para por favor, no sigas. Héctor...-Le digo en un suspiro. Me gano otro golpe con el bate en mi barriga, me encojo tanto por dentro como por fuera.
-Eres una zorra-Más golpes, y esta vez ya no para. Sigue aporreándome con ese bate cada una de las partes de mi cuerpo.
Las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas, hasta perderse en mis labios. No aguanto este dolor, todo se vuelve algo oscuro, pero sigo consciente. Desearía no estarlo. Héctor sigue insultándome sin piedad pero ya no logro saber lo que me dice, ya no siento los golpes, solo pequeños pinchazos dentro de mí. Mierda, nunca me había dado tanto y tan fuerte, nunca con un bate. Toda su rabia la está descargando sobre mí, y mi cuerpo se queja. Suelto un leve suspiro de dolor y contengo el aliento. Me mareo, pero no consigue que esté insconciente, todavía no. Dentro de mí queda algo, un trozito de fuerza que lucha porque me levante de la cama y huya lejos de aquí. Mi sábana blanca, ahora está algo roja. Toco mi cabeza, sangra, sangra mucho. Me pega un empujón, quedo boca arriba, y me detengo un segundo a mirar el techo, me mareo nuevamente. Héctor se pone encima mía y algo entra dentro de mí. Oh no, ahora esto no.
-Por favor...-Sollozo. Él sigue envistiéndome fuerte, con furia. Héctor no deja de follarme duro, tan duro que me llega a doler. Me quedo paralizada mirando al techo, ni si quiera parpadeo. Todo se vuelve negro, no siento nada, esta vez lo ha conseguido...

(...)

Mi cabeza, me duele mucho. Me intento incorporar, pero apenas puedo. Todo el cuerpo me duele, me froto la cabeza y cierro los ojos fuertemente, conteniendo las lágrimas, recordando lo que ha ocurrido. 

~Justin~

Doy vueltas como un poseso en la cama, sin poder dormir, totalmente asustado. Miro el relog de la mesilla, 5:30 de la madrugada. Casi no he dormido nada, y ya he perdido la cuenta de las veces que me he replanteado ir a casa de Ale y matar a ese cabrón que ella hace llamar "padre de acogida" Mierda, ayer vi como le pegaba una paliza hasta dejarla insconcierte, sin mencionar que la violo. Yo quería ir a su casa, de verdad quería, pero mi madre me lo prohibió terminantemente. Se lo conté todo ayer, y me dijo que no va a permitir que me meta en los problemas de una chica que acabo de conocer. El problema no es ese, el problema esque Ale me gusta, pero no he tenido el suficiente valor para contárselo. Ahora estoy totalmente seguro de que Ale no es una chica para mí, tampoco lo soy yo para ella. Y ahora entiendo porque ella me decía que me  alejara. Me llevo las manos a la nuca, me froto el pelo, exasperado. Ella tenía toda la razón, pero aún sabiendo todo lo que es ella, necesito mantenerme cerca de ella y no sé la razón, tal vez necesito protegerla. Llevo toda la noche debatiendo el no ser amigos nunca más, o simplemente seguir con esto que tenemos. Me mojo los labios con la lengua, recordando nuestro primer beso, que bien sonaba eso. 

~Alejandra~

El despertador empieza a sonar y lo apago a la primera, raramente. Sujeto mi cabeza, me duele tanto que parece que tengo metido cemento en él. Poco a poco me voy incorporando, me mareo unas cuantas veces hasta que intento ponerme de pie completamente. En el baño, mi reflejo asustaría a mas de uno. Pero para mí es normal, aún que esta vez no tanto. En un lado de mi frente tengo un gran corte que sigue sangrando un poco, y mi lado derecho está lleno de sangre seca que anteriormente salió de esa herida. Gracias a dios, no necesito puntos, pero por muy poco. Mi ojo izquierdo esta de un color batante asqueroso, una mezcla de morado, verde y negro que va a ser imposible tapar. Se ha pasado esta vez- pienso. Cierro los ojos con fuerza, al igual que mis puños, e inspiro hondo para relajarme. Sabes que eres fuerte, tú puedes con esto. Mi labio superior está roto y tiene un color semejante al de mi ojo. Miro al lavabo y un preservativo usado está tirado en él. 
-Hijo de puta...-Susurro entre dientes. Ahora es cuando necesito uno de tus abrazos, no me preguntes el por qué pero te necesito mucho, Ryan.
Me quito la camiseta con cuidado, y mi realidad se hace notar más aún cuando veo todo mi cuerpo. Mi espalda está completamente morada y roja, y se pueden incluso notar la forma del bate pegando contra mí. Trago saliva. No quiero verlo, no quiero ver más. Me meto a la ducha e intento poner la mente en blanco, aún que sea por unos instantes.

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Sé que es un poco cortito pero es algo fuerte así que aquí lo tenéis. Espero que os guste y muchísimas gracias por vuestros comentarios de verdad, no sabeís la sonrisa que me sacan :) Volveré con otro nuevo capítulo esta semana! <3

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Capítulo dieciseís.

Segundo tiempo. Stratford Northwestern iba perdiendo 2-0 y uno de los goles los había metido yo. Estaba lo que se dice a tope y cada poro de mi cuerpo rebosaba de adrenalina. Había conseguido concentrarme totalmente en el partido y no pensar apenas en Ale. Si hubiera estado aquí ya me hubiera dicho imbécil o alguna cosa así,  sonrío. Cuando miro al banquillo el entrenador me sonríe y asiente satisfecho por mi anterior jugada. Miro a la grada, todos en pie, animándonos. Era mi primer partido y ahora estaba muy cómodo, a pesar de que en los primeros minutos de partido pensaba que iba a fastidiarlo todo completamente. Mike mete el tercer tanto a nuestro favor, y toda la grada nos hace la Ola, les miro de nuevo con entusiasmo y me acerco a Mike para abrazarle.

-Bien echo, tío-Le digo dándole una palmada en el hombro. Él me sonríe. Alzo un momento la vista hacia un lateral de la grada, donde un grupo de chicos está con botellas de litronas y tienen su propia fiesta a parte del partido. Una chica fumando un cigarrillo sentada, me llama la atención.

-¿Qué...?-Sacudo la cabeza y vuelvo a mirarla, es ella. Su pelo, que me llamó la atención desde el primer momento, esta ahí mirándome fijamente. Logro ver una pequeña sonrisa de su boca y yo frunzo el ceño. Después de dos días aparece, no me ha dicho ni si quiera nada ¿Y ahora pretende que le sonría como si nada? No lo voy a hacer. Oigo un silbato. El partido ha terminado. Todos nos abrazamos entre nosotros y nos felicitamos unos a otros.

-Has estado muy bien, Justin!-Me dice Mike. Yo le sonrío.

En la ducha, sigo dándole vueltas. Desaparece durante dos días, y ahora vuelve como si nada.  Puede que esté paranoico y solo faltó a clase por pura vaguería. Pero luego pienso en cuando fui a buscarla a casa, tampoco estaba. Podría haberme llamado por lo menos, joder. Toda mi cabeza se ha llenado de cosas otra vez y no puedo pensar con claridad. El agua me ayuda a aclarar un poco las ideas pero ni con esas logro entender el por qué había desaparecido, hasta hoy.

-Justin nos vamos todos a la pizzería para celebrar la victoria. ¿Vienes?-Me dice David.

-Mmmm no puedo, otro día-Él se encoge de hombros y se va, junto con todos los del equipo. Creo que necesitaba estar solo, y por fin lo he conseguido. Suspiro.-Me niego a hablarla, ni si quiera quiero una de sus explicaciones, no las quiero-me repito una y otra vez. Pero sé perfectamente que quiero volver a hablar con ella, jugar con ella como aquella tarde, incluso besarla. Pero eso nunca pasará gilipollas, ella no es para ti-Me dice mi subconsciente. Escucho un ruido, no le doy importancia. Cierro el grifo y salgo de la ducha a la vez que me lio una toalla a la cintura.

-¡Ah mierda!-Digo cuando la veo ahí sentada-Me has asustado-Me paseo por el vestuario, voy a mi taquilla. Pasando totalmente de ella, hacíendome el duro.

-Lo siento-Se ríe y yo siento como todo dentro de mí tiembla. Su risa es el mejor sonido que había escuchado nunca, y es muy especial porque pocas veces ríe-Hola-Voy hacia el espejo sin contestarla y empiezo a secarme el pelo con una toalla. Oigo sus pasos y a través del espejo, la veo detrás de mí-¿Te pasa algo?

-¿A mí? Que me va a pasar, nada-Le digo irónicamente. Ella suelta un bufido.

-Muy bien Bieber, ¿Qué cojones te pasa?-Me da la vuelta con su mano y me quedo mirando sus ojos, me quedo colgados de estos un segundo. Aprieto mis puños, y cojo aire.

-Desapareciste-Le digo con una voz completamente seria. No va a conseguir intimidarme esta vez.

-De eso quería hablarte-Siento como se pone seria ella también.

-Genial. Habla-Le digo acercándome un poco más a ella. Se encamina hacia el banquillo y se sienta. Yo hago lo mismo a su lado, ella supira.

-Es... algo complicado de contar. Te agradecería que no fueras tan duro-Me dice.

-¿Duro yo? Ale, eres tú la que eres dura conmigo. Y explícame porque has desaparecido durante casi una semana antes de que me vaya-Antes de terminar ya me estaba arrepintiendo de haberla dicho esas cosas, pero no podía contenerme, estaba muy furioso.

-Bien. Quiero que sepas la razón por la que todo el instituto no se atreve casi ni a mirarnos, por la que todo el mundo nos tiene ese respeto, la razón por la que llevo esta mierda-Dice señalando su bandana negra. No entiendo nada-¿No lo entiendes, verdad?-Niego con la cabeza, algo confuso-Joder pertenezco a una puta banda que trafica con drogas, y con todo lo peor que te puedas imaginar. Mi padre de acogida también está en ella y¿La noche que hicimos el trabajo? Fui a cobrarme una deuda, y te aseguro que ese cabrón se llevo algo más que un par de ostias en la cara-A medida que Ale me estaba contando tal friboridad, mi cuerpo se tensaba cada vez más¿Es una delincuente?-Y aquella noche-Ella traga saliva-Me detuvieron con el dinero que le había cobrado a ese hombre-Está bien. Ya no quiero oír más cosas. Esta tía que está aquí conmigo ha estado en la cárcel y es una traficante. ¿De veras pensaba que no me convenía?¡Ella tenía toda la razón! Pero hay algo dentro de ella, en sus ojos, que me dice que ella no está orgullosa de lo que es, ni de lo que me está contando...Mierda Justin, si no quisiera serlo no lo haría.

-No quiero que sigas-Le digo-Ya he oido bastante-Me levanto y siento que las piernas me tiemblan, no la tengo miedo. Pero todo lo que pensaba sobre ella ha cambiado radicalmente. Pero no lo que sientes-Me grita mi subconsciente. ¡Cállate!

-Justin, por favor-Me persigue por el vestuario-Quise contártelo, porque me importas.

-¿EN SERIO ALE?-Le digo gritando-AHORA TODO TIENE SENTIDO...¡Mierda!-Me levanto apretando mis manos fuerte contra mi nuca, intentando que desaparezca todo esto.

-Te lo dije, tú y yo no podemos ser amigos. Pero tú seguías, y yo ya no sabía que hacer...-Por un momento la miro a los ojos y los tiene vidriosos, no joder no. Me llevo las manos a la cabeza y la sacudo-Confía en mí, por favor.

-Ya no puedo confiar en ti a menos que tú...-Algo me impide hablar, y esta vez no es su mano, son sus labios pegados a los míos. No me aparto, sino que me junto más a ella y la cojo por la cintura. Ella enreda sus manos en mi cabello mojado y se lía pequeños mechones en los dedos. Oh joder, esto es la gloria. He soñado tanto con probar sus labios que no pensé en el dulce sabor que tienen. De repente, todo lo que me ha contado hace apenas diez minutos no me importa, ahora solo me importan sus labios. El beso cobra algo de intensidad cuando yo la pongo contra las taquillas y ella abre la boca. Mientras nuestras lenguas juegan y se enredan juntas, fantaseo con la idea de llevármela lejos de aquí, ser su héroe o algo parecido. Quiero pedirle que deje el mundo en el que está y poder llevarla a mi mundo, fuera de toda su mierda. Cuando ella sonríe en mis labios siento que he llegado a tocar el cielo. Nunca en mi vida había sentido tanto en un beso, ni si quiera con Natalia, mi ex novia. Nos separamos a causa de la falta de aire. No satisfecha todavía me da un beso corto y muerde mi labio inferior. Suelto un pequeño gemido, y nos separamos. Ella sonríe sonrojada.

-Definitivamente confío en ti-Ella alza una ceja y sonríe. Vuelve a enredar sus manos en mi pelo y me mira con ternura-¿Cómo puedes hacer esas cosas, Ale?-Le pregunto en un tono suave.

-Yo...-duda-No lo hago porque me guste¿Sabes? Mi vida es complicada y no puedes entenderla. No quiero, pero tengo que hacerlo. Es difícil.

-No puedo entenderlo pero confío en ti-Siento alivio por su parte-¿Me dejarás que te invite a tomar algo?

-Justin, que te lo cuente no cambia nada. Tú y yo no podemos estar juntos.

-Esto es una mierda-Le digo agachando la cabeza, ella me la levanta y me sonríe divertida.

-Siempre nos quedará el trabajo de Biología ¿no?

-El trabajo de biología-Repito. Los dos reímos.

~Alejandra~

Cuando llego a casa no puedo evitar sonreír, pensando en todo esto que está pasando. Realmente no sé si besé a Bieber para que se callara o porque lo necesitaba. Claramente lo necesitabas-Dice una voz en mi cabeza. Esta vez no quiero alejarla, y pienso que tiene algo de razón. Sentía como si en mi estómago albergaran miles de mariposas, revoloteando juntas, felices. Sonrío. No puedo dejar de pensar en ese beso, mi corazón nunca había ido tan agitado, nunca. Fue pura adrenalina lo que sentí con ese beso, y quería más, mucho más. Sentía como todo dentro de mí empezaba a reconocer lo que sentía y por un lado, eso no era bueno, nada bueno. Esto solo lo he echo para que Justin confíe en mí, nada más. No habrá nada más entre él y yo, lo prometo-pienso. Luego vuelvo a reír. Quiero seguir jugando, pero el juego se complica cuando tu jugador empieza a jugar contigo y pierdes la partida.

-Si juegas con fuego, acabarás quemándote-Recuerdo esa frase que me ha dicho Ryan después de verme salir del vestuario, es el único que me ha visto salir de ahí, así que no hay peligro. Creo que de alguna manera él sabe todo esto que tenemos Bieber y yo entre manos, sea lo que sea. Me niego a seguir con esto, si alguno de la banda, exceptuando a Ryan, lo supiera mi vida se complicaría demasiado y estoy segura que también se la complicaría a Justin.  Y luego por otro está Anna y lo que se trae con Justin. Me froto la cara con las dos manos, exasperada. Un vaivén de decisiones se concentran en mi cabeza, haciéndome dudar más aún. Lo único que tengo ahora mismo a mi favor es que Héctor no está en casa. Hay veces que se tira días sin aparecer por casa, pero está vez lo agradezco. Lo que no me agrada tanto es la paliza que me dará cuando llegue, eso sin mencionar el "favor" que tengo que hacer a Frank.

Voy a la cocina y me caliento una taza de café, para aliviar mis nervios. Cuando lo dejo sobre mi mesilla, mi móvil tiene una pequeña luz, una notificación, un mensaje.

• Yo confío en ti, gracias por contármelo, eso significa que tu también confías en mi.

Me quedo como una autentica imbécil mirando el mensaje, sonriendo. De repente me viene a la cabeza Brit. Me parezco a ella cuando Mike le manda un mensaje, hago una mueca y río sola. Cualquiera podría llamarme ahora mismo loca. Lo estoy, si pienso que esta mierda va a funcionar.

• Buenas noches, Bieber.

Definitivamente había perdido el control de mi vida. Dejo el móvil donde estaba y le doy un último sorbo al café, para después quitarme la ropa y meterme en la cama. Ha sido un día bastante largo y, realmente añoraba mi cama. Mil pensamientos cruzan mi mente, imaginando historias surrealistas , soñando sueños imposibles, jugando a juegos en los que podría quemarme.

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Holitaa! Para que veaís que no os he dejado con la intriga mucho tiempo eh! jaja Espero que os guste este capítulo, porque me ha costado lo suyo escribir toooodo, hasta que bueno así ha quedado. Es el primer beso, un capítulo importante así que necesito por lo menos 5 comentarios para volver a subir, ya sea por Ask, tuenti, twitter o blog! 

Os quierooooooo<3

Déjame saber que te parece la novela aquí: 

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capítulo quince.

-Tío, hoy estás raro,¿te pasa algo?-Me dice Mike mientras conduce, camino al entrenamiento.
-No, solo que hoy...-Suspiro-No es un buen día-Él se encoje de hombros. Seguro que no es tan listo como para darse cuenta de que Ale ha faltado y que esa es la razón por la que estoy tan distraído. Pero que no se de cuenta de ese pequeño detalle, para mí, es una ventaja.

~Narrador~

Al día siguiente, Alejandra tampoco apareció por el instituto y Justin se preocupaba algo más, estaba incluso desesperado por obtener algunas respuestas. Y lo peor es que sabía que Ryan sabía algo, por la mirada que le había  echado antes, a la salida del instituto. En la tarde, Justin, después de un debate mental con sigo mismo, decide acercarse a la casa de Ale, armándose totalmente de valor. Se coloca frente a la puerta, suspira, dos, tres veces y llama al timbre. En unos segundos, el hombre con el que vive Ale, Héctor, su padre de acogida,  abre la puerta. Justin le mira de arriba abajo, y piensa que este tío no tiene mucha pinta de ser buen padre. Héctor mira a Justin con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres?-Le dice con una voz muy autoritaria. A Justin le ha conseguido intimidar. Respira hondo y se mantiene con los hombros erguidos.

-Hola señor, estaba buscando a Alejandra-Le dice con un hilo de voz. 

-No está,¿Quién eres?-Dice más borde aún que antes.

-Bueno, yo soy...-Justin traga saliva¿Qué era para ella?-Soy su compañero, estamos haciendo un trabajo de Biología juntos-Eso es, lo estaba consiguiendo. Héctor arquea las cejas y le mira impasible.

-Pues aquí no está. Búscala mañana-Héctor cerró la puerta de un portazo, casi dándole en las narices a Justin. Completamente deprimido, Justin vuelve a su casa, había sido peor que una patada en sus partes más íntimas. No estaba en su casa, no venía al colegio... ¿Dónde podía estar? Se paró un momento:-¿Y si fuera por mí?¿Por lo que pasó entre ella y yo?A lo mejor se siente tan avergonzada que no es capaz ni de verme la cara...-Pensaba Justin. Tal vez Ryan tuviera las respuestas a las preguntas de él, pero no quería volver a arriesgarse y que le catalogaran como acosador, hoy por lo menos, no.

Dos días después~Sábado.

~Narra Ale~

Por fin puedo volver a oler el aire limpio y fresco de nuevo. Cuando me entregan todas mis pertenencias entre ellas no están mi Glock, ni mucho menos el dinero. Aún que era obvio, supongo. Le sonrío cínica al policía, que resultaba ser el viejo cabrón que me encontró el dinero en el maletero de la moto, él fruce el ceño y me mira serio. Cuando por fin salgo, tomo una gran bocanada de aire fresco. Hacía varios días que solo olía a mierda, y nunca había echado tanto de menos el olor de una mañana al aire libre en Stratford. Aún ignorando el frío estaba a gusto, por unos instantes. Mi mente vuelve a la realidad, y sé que no he salido de aquí por casualidad, alguien ha pagado mi fianza ¿Pero quién? Las piernas me tiemblan solo de pensar que Justin se hubiera enterado de que he estado aquí y de que él la hubiera pagado¿Haría eso por mí? Niego con la cabeza y la respuesta a mi pregunta se resuelve a unos metros de mí. Con los brazos cruzados, apoyado sobre su coche, mirándome. Voy hacía él con la cabeza agachada y me planto en frente. Frank me levanta la cabeza por la barbilla con su dedo índice y hace que le mire a los ojos, para mi sorpresa está sonriendo.
-¿Estás bien?-Me dice tranquilo y relajado. ¿De qué va toda esta mierda? Asiento con la cabeza-No te preocupes por el dinero, Ale. Solo necesito que estés bien-Parece como si me hubiera leído la mente, y eso no me reconforta. 
-Estaba muy asustada-Le digo finalmente con un hilo de voz. Al fin y al cabo, soy una adolescente de 18 años, joder. Frank suspira y coge mis mejillas con las dos manos, suavemente.
-Ya ha pasado Ale. Para serte sincero, eres el único miembro de los que tienen un cargo alto como tú que no había pasado por la cárcel antes, y me sorprendió mucho, pero a la vez me agradó. Es como una muestra de valentía ante la banda.
-Frank me quitaron el dinero, no pude hacer nada. Yo se lo cobré a Lodge pero...
-Shhh, no te preocupes ahora por eso-Me silencia y yo enarco una ceja-Ya me harás algún favor para compensarlo, no te preocupes por eso. Vamos-Trago saliva mientras me monto en el coche de Frank.-un mercedes de última gama, robado-no me gustaba hacer trabajos para Frank y menos para compensar una cantidad demasiado grande de dinero para ser un "favor"
Llegamos al almacén en unos minutos y todos me reciben como si fuera una especie de heroína, no entiendo el por qué. Danielle y Brit se me tiran a los brazos y me abrazan fuertemente.
-Tía, estábamos muy asustadas¿Estás bien?-Me decía Brit.
-Sí, ahora si-Les digo encogiéndome de hombros-Bueno, necesito una cerveza-Sonrío.
-Esta noche vamos al partido en el instituto, ¿te parece bien?-Supongo que es una buena idea, y Brit parece emocionada. No me cuesta adivinar mucho el por qué, ya que Mike es el capitán del equipo. Por un momento desvío la mirada al fondo del almacén y veo a Chris, mirándome fijamente. Niega con la cabeza y le da un trago a su cerveza. Y no, todavía no le he olvidado, del todo. Suspiro.
-Vale, estará bien-Sonrío.
-Te recogemos a las 8¿Vale?-Asiento. Trago saliva al pensar en Justin, él también pertenece al equipo y por lo tanto, estará allí. No sé si contarle donde he estado todos estos días¿Huiría de mí? ¿Y qué razón le puedo dar? Me siento en uno de los sofás, es la hora de contarle todo. Y si quiere alejarse de mí que lo haga, creo que eso sería lo mejor, supongo. 
-Hey-Me dice alguien sentándose a mi lado.
-Ryan!-Le digo abrazándole, él ríe y me abraza fuertemente, le echaba tanto de menos...
-¿Qué tal estás, pequeña?-Dice con esa voz de niño que no asusta ni a su madre, me hace reír al instante.
-Mejor-Me ofrece una cerveza y se la cojo, dándole un gran sorbo.
-Espero que la cárcel no te haya cambiado mucho-Dice riendo, me contraigo por dentro al pensar que he estado en la cárcel, que soy una puta delincuente.
-Claro que no-Le digo, otro sorbo.
-Alguien ha estado muy pendiente de ti, aún que no vinieses al instituto...-Dice desganado, a posta. Me giro a él sonriendo, queriendo que fuese él, el imbécil. Ryan suelta una carcajada-No te he dicho su nombre y ya estás emocionada-Enarco una ceja-Ale, te brillan los ojos. Estas coladita por él.
-Ni de coña Ryan-Digo dándole un pequeño empujón en el pecho-¿Quién ha preguntado por mí?
-Bueno, lo que se dice preguntar... no. Pero ha estado muy distraído esta semana, creo que ha ido a tu casa a buscarte-¿Qué?Lo que me faltaba. Ahora Héctor me preguntará por él y no estará seguro, joder.
-¿Justin?-Él asiente y yo sonrío, por lo menos se acuerda de mí. Pienso en la última vez que estuve con él. Fue una tarde un tanto subida de tono pero bastante divertida, me encanta jugar con Bieber, aún que estoy empezando a pensar que es él el que logra jugar conmigo y eso me hace gracia.
-Ay, Ale, Ale...-Dice en un suspiro.
-¿Qué pasa?-Le digo algo seria.
-Nada-Dice Ryan riendo, contagiándome de su risa. 

Cuando llego a casa Héctor no está, y me siento aliviada. Subo a mi cuarto y mientras me desvisto para darme una ducha pienso. Pienso en cómo voy a decírselo, ¿Cómo puedes contar a alguien que eres una delincuente, que traficas con armas, con drogas, que además de venderlas las consumes, que pegas palizas...? Pero al fin y al cabo esto es todo una mierda de la que yo no quiero formar parte. Pero sin embargo lo hago¿Cómo puedo explicar algo que ni yo misma sé? Si te importa tanto lo que piense es porque te gusta, idiota-Me grita mi subconsciente. Niego con la cabeza, intentando deshacerme por esta noche de este, aún sabiendo que no lo conseguiré.

(...)

-Lo siento, lo siento, lo siento!!! Ya estoy-Digo cerrando la puerta del carísimo coche de Britany-No me ha dado tiempo a vestirme-Todas reímos y bailamos, dentro de lo que cabe mientras estás en un coche, al ritmo de la alta música que sale de los altavoces.
-Por cierto chicas, tengo noticias-Dice Danielle.
-Como no...-Decimos Brit y yo al unísono, reímos.
-Me han contado que esta mañana, han visto a Anna en la puerta de la casa de Justin, ¡y que le ha plantado un beso en toda la boca!
-¿De verdad?-Dice Brit acompañado de una carcajada. Algo dentro de mí, no sé el qué, se rompe.
-Bueno hay que reconocer que la guarra de Anna tiene buen gusto. Yo me lo tirararía si no fuera un pijo-Dice Danielle. Le miro seria y ella no lo entiende. Normal, no lo entiendo ni yo. Cómo he podido ser tan tonta de creer que había algo entre nosotros...¿Qué? No estoy borracha todavía y ya estoy delirando, entre Justin y yo no hay nada-También me han dicho que tú y él estáis haciendo un trabajo juntos¿Qué tal?-Me dice.
-Mal, es un capullo-Le digo cruzándome de brazos y mirando a la ventana, cerrando la conversación. La oigo bufar pero no le doy importancia.

~Justin~

-¿Estás concentrado?-Me dice Mike. Asiento-Bien, porque este partido esta ganado, ya lo verás-Tal vez este partido sí, pero mi lucha interna no. Creo que he decidido ir a preguntarle a Ryan sobre Ale, sí. Espero no cambiar de parecer en los próximos 5 minutos, es lo que llevo haciendo durante 2 días. Y sin embargo, contra más pienso en ella, más la echo de menos. 

-Vamos tío-Nolan me da una palmada en la espalda y nos juntamos con el resto, en un círculo en medio del vestuario. El entrenador nos cuenta la táctica de juego y nos da ánimos para el partido. Hacemos un grito de guerra y saltamos al campo de fútbol mientras todas las gradas gritan animándonos.

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LO SIENTO MUCHÍSIMO Y LO SÉ. He tardado un año en subir pero con esto de las fiestas, el empiece de las clases y toooooodo no he tenido tiempo de nah. Espero que este capítulo os guste algo más que el otro. Ah y que sepaís que el capítulo que viene después...estará interesante. ¿Pasará algo en el partido?¿Hablará Ale con Justin?¿Se enfadará él? okya. 

Un beso y muchísimas gracias por leer <3

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