jueves, 26 de septiembre de 2013

Tonta sensible~

¿Qué es lo que se puede decir cuando en este momento te preguntan por tu estado de ánimo? ¿Has experimentado alguna vez una sobrecarga de sentimientos? Es cuando tu cuerpo y tu cabeza se resienten de tanto pensar en diferentes cosas, en sentir demasiados sentimientos a la vez, a no decidirte por uno sólo. Ese estado es peor que estar simplemente ‘mal’. Si soy sincera la razón por la que estoy escribiendo esta mierda es porque hoy tengo uno de esos días en los que tus hormonas hablan por ti mismo, esos días en los que todo te hace llorar, o esos días en los que simplemente quieres desaparecer y que tu cuerpo se quede justo donde estaba para volver cuando tu mente haya descansado el tiempo suficiente. Como un botón de reseteado ¿Sabéis?
Ojala las mentes tuvieran un botón así, o parecido. Quizás deberían tenerlo también los corazones, así nadie nunca saldría herido. Puedes volver a empezar de nuevo, sin prisas, olvidando el dolor que un día estuvo ahí. Mataría por un botón de esos ahora mismo, sin embargo hay cosas imposibles, como el amor a distancia o los unicornios. Es extraño que la gente te diga: ‘Cuando estés mal llámame y estaré ahí contigo’ Digo que es extraño porque realmente en los momentos en los que supuestamente necesitas a esa persona que te apoye y te ayude a salir de esto, no necesitas a nadie. Simplemente quieres llorar abrazado a algún objeto inerte y mecerte sin más mientras escucha música triste y las lágrimas no dejan de caer sin control por tus mejillas. Me parece una buena forma para terminar el día ¿No? Creo que a lo largo de este texto, he descubierto cómo librarse de la sobrecarga de sentimientos. Llorar. Llorar como si nadie te oyese, sollozar como si quisieras sacar los monstruos que hay dentro de ti. Como si quisieras ganar la lucha contra todo un ejército militar tú solita. De esa manera, cuando termines estarás tan cansada que sólo querrás dormir, y después de eso, todo habrá pasado. Te lo prometo.