sábado, 6 de julio de 2013

Capítulo treinta y dos.


Alejandra.

-¿Bromeas? Claro que no es molestia, Ale-Decía Brit con sus brazos en jarras.
-Está bien, tú eres la que entiende de toda esta mierda ¿Qué me pongo?-Me encogí de hombros y ella se mordió el labio, pensando de cara a su gran armario. Juraría que es igual de grande que mi habitación.
-Primeramente, si vas a conocer a su familia vas a tener que dejar de hablar con ese vocabulario. Por lo menos hasta que dejes su casa-Yo suspiré y asentí. Brit me tiró una sonrisa-Muy bien, allá vamos.


(...)


-Ni de coña, Britanny-Le espeté mientras me miraba en el espejo.
-El vocabulario-Dijo dándome una cachetada en el culo.
-Auch-Me quejé mirándola. Volví mi cabeza hacia el espejo-Me niego a salir así.
-¿Por qué? Nunca te había visto tan bien, Ale. Estás preciosa.
-Estoy horrible. Y mira que me gustan las cosas ceñidas, pero este vestido es basura, amiga-Le dije apoyando mi mano en su hombro.
-Estás muy femenina, y esto es lo que puedo ofrecerte cariño, lo tomas o lo dejas-Me mordí el labio, tenía razón.

Me miré una vez más en el reflejo del espejo, era así como debía ser una novia madura y sencilla. No podía negar que me veía bien, pero era tan... poco de mi estilo. Había cambiado los pantalones por un vestido blanco de encaje que se apretaba en todo mi pecho, resaltándolo. Debajo de él caía hasta cuatro palmos más arriba de mi rodilla. 

-Está bien-Resoplé. Brit dio pequeños saltitos mientras aplaudía y yo reía negando con la cabeza.
-Además tengo una chaqueta y unos zapatos que te quedarán perfectos. Ah, y también voy a peinarte, si me dejaras maquillarte podría-
-Brit-La paré-Tranquila, sólo es una comida.
-Tienes razón-Reímos-Lo haré pero algo sencillo, lo prometo-Volví a reír, ella no tenía remedio. Asentí lentamente y una sonrisa apareció en sus labios. Era obvio que estaba ilusionada por hacerme esto a mí, a la chica que era incapaz de enamorarse y que lo había hecho por primera vez en mucho tiempo.



-Ya estás-Oí decir a Brit detrás de mí. 

Casi me había quedado dormida mientras ella me peinaba. Sí, que me tocarán el pelo me hacía relajarme tanto, que podía dormirme, dondequiera que esté. Me levanté de la silla y vi mi reflejo en el espejo. Unas bonitas cuñas color marrón me hacían más alta y las piernas más esbeltas. Una sonrisa. El vestido se subía un poco más pero quedaba bastante bien. Sonrisa. Una chaqueta vaquera clara-de una marca bastante cara, y no quería recordar ese detalle ni lo que había insistido Brit para dejármela-Vestía mis hombros. Otra sonrisa. Por último mi pelo, sin ondas, como normalmente suelo llevarlo. Habían desaparecido para dejar paso a una manta color azabache de pelo. Al estar más liso caía por la mitad de mi culo, y eso me enamoraba. No podía parar de mirarme la espalda y ver todo mi pelo liso caer tan largo, era increíble. Una sonrisa, la más grande, encogió mis hoyuelos mientras miraba a Brit. Ella alzaba las cejas y yo la abracé.

-Muchas gracias-Le dije en el abrazo.
-No hay de qué-Me cogió la mano y me miró de arriba abajo-Mírate Ale, estás preciosa. Nunca imaginé que te vería así.
-El vestido es precioso y la chaqueta...-Me mordí el labio-Sigo pensando que es demasiado cara. ¿Y sí-
-Tranquila, no es cara. Además, casi nunca me la pongo. Te queda tan bien que si me dejarás te la regalaría.
-Eso sí que no Brit-Le dije frunciendo mis labios. Ella soltó una risita.
-Lo sé. Anda vamos, vas a llegar tarde a tu comida con tu futura nuera.
-No es gracioso, ¡idiota!-Le propiné un pequeño manotazo en la espalda mientras salíamos de su gigantesca casa.
-Lo que digas-Carcajeaba. Nos metimos en su coche e inspiré nerviosa. No sabía cómo iba  a comportarme allí siquiera.
-Menos mal que no traje la moto-Bromeé. No paraba de enredar mis dedos unos con otros, de mirar a la carretera, de colocarme detrás de la oreja un pequeño mechón que se venía a mi frente cada dos segundos.
-Tranquila, vas a caerles bien-Susurró Brit. Yo la miré.
-¿Crees de verdad eso?
-Si no lo creyera no lo diría-Su sonrisa consiguió tranquilizarme un poco y me encogí de hombros-Toma, ponte esto-Buscaba algo en su guantera hasta que sacó un pequeño lápiz de labios.
-Es rojo-Comenté mirándolo en mis manos.
-¿Y?-Enarcó una ceja.
-Van a creer que soy una buscona, Brit.
-No lo harán con la ropa que llevas. Vamos, píntate esos labios de latina que tienes-Soltamos una carcajada las dos mientras delineaba mis labios con el lápiz.



-¿Nos vemos más tarde en el almacén?-Preguntó Brit cuando aparcó justo en la puerta de la casa de Justin.
-Claro, iré más tarde, cuando termine-Dije con una risa nerviosa. Ella lo notó y acarició mi hombro.
-Saldrá bien. Venga vete-Nos dimos dos besos y salí del coche.

Vi como Brit se alejaba en su coche y suspiré mientras me encaminaba a la puerta de la casa. Juraría que me iba a morir ahí mismo. No me importaba dar una mala impresión al presidente de Estados Unidos, pero sí a los abuelos y a la madre de mi primer novio serio. Aún que sus abuelos siempre vivieron aquí y les conocía. Siempre se preocupaban un poco por mí, pero yo no les dejaba acercarse a mi mundo, no quería que se compadecieran y eso era exactamente lo que hacían, no les culpo. Ahora soy la novia de su nieto. Dios mío. Nadie comprendería lo importante que es esto para mí. Siempre he sido la chica problemática, la que hace todo lo peor, la que va de casa en casa porque nadie la soporta. Sin embargo, para él, nunca fui así. Mi respiración va rápido. Llamo a la puerta y espero. Oigo una voz desde dentro. Enlazo mis manos. Abren.

-Hola cariño-Dice una señora mayor ocultada detrás de la puerta-Pasa. Te estábamos esperando. Sonreí y entré.

Mierda. Llego tarde. Me estaban esperando. O quizás es que me estaban esperando realmente a mí porque tienen que conocerme. Alejandra, tranquilizate. La anciana- que es la abuela de Justin- me hace seguirla hasta un gran salón, decorado con muebles antiguos. Encima de un aparador hay un montón de marcos de fotos con sus fotografías dentro, demasiadas diría yo. Supongo que era lo normal antes.

-Mi nieto no deja de hablar de ti, y ahora que estás aquí puedo ver el por qué-Dice el abuelo de Justin. Me extiende los brazos y entiendo que quiere que le abrace. Frunzo el ceño, pero le abrazo segundos después. Él me presiona contra su pecho mientras yo... bueno, creo que estoy algo incómoda. 
-Papá, no la agobies-Interviene la madre de Justin. Me mira con una sonrisa comprensiva y yo me encojo de hombros.
-No se preocupe-Digo, casi es un susurro pero ella me ha oído y asiente.
-Estamos encantados de tenerte aquí hoy para comer, Ale. Supongo que ya sabrás como nos llamamos cada uno de nosotros.
-Sí-Digo y al instante sé que estoy sonrojada.
-No te preocupes cielo, estás en tu casa-Diane, la abuela de Justin, me acaricia la mano mientras me sonríe. Nos sentamos todos juntos en el sofá menos Pattie, que me pregunta si necesito algo de beber. Hace un cumplido acerca de mi vestimenta y va a la cocina a por un refresco para mí. Me siento algo incómoda, no por ellos, sino porque nunca he tenido una situación así. Un silencio se apodera de la sala mientras yo no paro de coger un mechón de mi pelo y rizarlo desesperadamente. El traqueteo de las escaleras me hace desviar la mirada hasta éstas. Justin baja las escaleras de dos en dos y cuando llega al suelo, pega un gran salto. Cuando nuestras miradas se cruzan, una sonrisa traviesa se cuela en sus labios. Viene hacia mí y antes de que me levante para recibirle me enreda en sus brazos y me da un gran abrazo que yo acepto encantada. Suspiro en su hombro, algo aliviada y menos incómoda que antes. Me saluda con un beso en la mejilla.

-Estás preciosa, nena-Me dice en el oído. Me separo y le miro con una sonrisa.
-Tú también.
-Justin-Pattie le llama a la vez que deja una bandeja con bebidas en la mesita auxiliar del salón-Llegas tarde en tu propia casa. Tu novia debería estar molesta contigo-Le dice con voz dura-No sé como le aguantas-Esta vez se dirige a mí y yo suelto una carcajada. Ella me guiña un ojo y sonríe. En ese momento me doy cuenta de lo hermosa que es. Y en lo que Justin se parece a ella.
-No se preocupe señora, creo que es él el que me aguanta a mí-Bromeo. 
-No lo creo, Justin es-
-¡Mamá!-Interviene Justin-¿Podéis parar? Me estáis abochornando-Una sonrisa tira de sus labios mientras intenta mantener una imagen de enfadado, que no consigue.
-Lo que sea, Justin-Le contesta Pattie moviendo su mano-Ale-Me llama-No me llames Señora, llámame Pattie.
-De acuerdo, Pattie-Le digo con una sonrisa que ella no tarda en devolverme.

Nos sentamos en el sofá todos juntos mientras la madre de Justin y su abuela terminan de preparar la comida en la cocina. Bruce y Justin entablan una conversación muy animada sobre Hockey. Luego sobre Fútbol. Sonrío escuchándoles, cómo Justin se emociona hablando sobre ello, cómo su abuelo conecta con él en la conversación. Ríen juntos. Un pinchazo en mi estómago se hizo notar de repente. Echo de menos algo que nunca tuve, una verdadera familia. Antes de que ese sentimiento me invada lo aparto. Bruce me está hablando.

-Te estamos aburriendo, seguro-Dice con una sonrisa.
-No, sólo que-Me sonrojo, otra vez-No me gusta el deporte-Me encojo de hombros. Justin, que ha tenido en todo momento mi mano cogida, sonríe y su mirada se clava en mí. Se relame los labios y es cómo si le hubiera leído la mente. "Quiero besarte" Sacudo la cabeza y con una sonrisa ladeada me voy a la cocina. 

-Hola, ¿Puedo ayudarlas en algo?-Les digo a Diane y Pattie entrando en la cocina. Ellas estaban hablando y cuando entro, se giran y me miran sonrientes. Al instante sé que estaban hablando de mí.
-Ya está todo preparado-Contesta Diane encogiéndose de hombros.
-Ah-Me muerdo el labio, sin saber qué decir o hacer ahora mismo.
-Sólo estábamos hablando-Interviene Pattie-Quédate-Sonrío y me encojo de hombros acercándome a ellas-Estábamos comentando lo bonito que es tu vestido.
-Muchas gracias Pattie-Me sonrojo-La verdad es que es usted preciosa, y muy joven, si me deja decírselo.
-Oh cariño, gracias-Me dice con una gran sonrisa mientras acaricia mi mejilla suavemente-Tuve a Justin con 18 años ¿Sabes?
-Eso es muy valiente por su parte.
-Nos costó mucho salir adelante pero, supongo que lo conseguimos-Un tono nostálgico empezó a notarse en la voz de Pattie-Bueno, mis padres me han dicho que ahora vives aquí al lado-Cambió de tema. Y menos mal que lo hizo, porque no sabía si esa conversación llegaría hasta el difunto padre de Justin y anterior jefe de mi banda, y eso no acabaría bien.
-Yo... eh...-Me mordí el labio-Sí. Siempre he vivido aquí, pero en familias diferentes. Mi...mi familia-
-No tienes que dar explicaciones cariño, lo sabemos-Sentí la cálida mano de Diane en mi hombro, acaraciándolo. Asentí y tomé una respiración profunda. 
-Me alegro de que seas tú la que está con mi hijo, eres una chica ejemplar, Ale. Le mereces, no dejes que nadie te diga lo contrario-Susurró Pattie con una mirada tan concentrada en la mía que casi pensé que podía ver todo lo que era yo, que podía ver a través de mí-Como su hijo-pensé. 
Asentí y sonreímos. De alguna manera, ya no me sentía incómoda, porque sabía que los abuelos de Justin me conocían desde niña, creo que sabían lo que hacía. Saben cómo les trataba, y eso es lo que peor me hace sentir ahora mismo. Ni siquiera les dejaba acercarse a mí cuando lo único que ellos querían era protegerme, o cuidarme por unos momentos, preocuparse de mí. A pesar de todo eso y de saber más de lo que yo he contado hoy aquí, me aceptan, de momento, y eso es lo que me hace estar cómoda. Se siente como si fuera mi familia. Qué idiotez, yo no tengo de eso.

-Cielo, ¿Puedes ir a avisar a Justin para que vaya poniendo la mesa?-Me preguntó la anciana.
-Claro, yo le ayudaré-Salí hacia el salón en busca de Justin, y se quedó justo donde estaba antes, hablando con su abuelo, esta vez, de Golf.
-Hola-Dijo cuando me puse a su lado, cogió mi mano suavemente.
-Tu madre quiere que pongamos la mesa. La comida ya va a estar-Tiré de su mano.
-Mm-Se tiró hacia atrás en el  sofá, casi arrastrándome-¿Y si la pones tú sola?-Vi un destello divertido en sus ojos y la sonrisa que intentaba reprimir.
-Ni lo sueñes cariño-Le guiñé un ojo y cuando Justin sonrió, le propine un pequeño golpe en el hombro del que se empezó a quejar como si le hubiera dado El increíble Hulk. Su abuelo empezó a carcajear.
-Esto no va a quedar así-Me susurró de camino a la cocina en mi cuello. Luego depositó un beso mojado justo ahí. 

La comida fue bastante bien. Un silencio invadía la sala, pero no uno incómodo, sino un silencio normal. Nadie abría la boca, y no me extrañaba, Pattie cocinaba tan bien que si dejabas de comer un segundo, sentías que te faltaba ese gusto en la boca. 

-Pattie, está buenísimo-Dije cuando termine de comer.
-Sí bueno, siempre y cuando no se le queme-Mencionó mi novio.
-¡JUSTIN!-Gritó su madre. Él soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza.
-Es broma, ya sabes que eres la mejor del mundo cocinando-Le guiñó un ojo y Pattie bufó.
-No intentes ese tipo de trucos conmigo jovencito-Le advirtió, pero a la vez su sonrisa, que intentaba disimular, la delataba completamente.

Como Justin y yo pusimos la mesa, los demás la quitaron. Justin recibió una llamada de David y yo me quede sola en el salón. Decidí sentarme en el sofá, era mullido y más cómodo que el de mi casa. Bruce se acercó a mí y se sentó a mi lado.

-¿Has comido bien?-Me preguntó.
-Sí, estaba todo muy rico. Gracias por invitarme, señor-Le dije con una sonrisa agradecida.
-No hay de qué, eres la novia de mi nieto-Afirmó. Me encantaba oírlo. Me encantaba escuchar que soy la novia de Justin, me recuerda que estoy enamorada de él. Y que estoy cambiando. Me mordí el labio, sentía que estaba en deuda con Bruce.
-Señor-Empecé-Tengo que disculparme con usted.
-¿Por qué?-Frunció el ceño, parecía no tener ni idea de lo que estaba hablando.
-Pues la verdad... ni yo misma lo sé-Suspiré-Por todo. Usted me conoce desde que era una niña prácticamente. Sabe de mi vida, y no ha sido una fácil. Ha estado para mí siempre, intentando hacer de ésta algo mejor. Y yo sólo me dediqué a despreciarle y a pasar de usted y sus consejos. Lo siento de verdad. Ahora sé que sólo quería ayudarme. No sé si se lo habrá contado a su nieto o a su hija, pero quiero que sepa que estoy intentando cambiar, estoy aprendiendo-Cuando terminé, le miré a los ojos y él me miraba con una complicidad increíble. Asintió y acarició con su mano mi mejilla, limpiándome una lágrima que ni siquiera noté que había conseguido salir. De verás que intenté con todas mis fuerzas mantenerme fuerte.
-Lo sé-Susurró-No te preocupes por eso. Olvidemos el pasado. La gente puede cambiar a mejor, y cuando llegue el momento te darás cuenta de que no has cambiado, sino que simplemente has dejado las apariencias a un lado y empezarás a centrarte en lo que tu quieres de verdad.
-Gracias Bruce-Sonreí.
-Ven aquí, anda-Me abrió sus brazos y me rodeó con ellos cuando yo me acerqué. Se sentía cálido y verdadero. Esta familia no dejaba de recordarme que yo no tenía una, y que empezaba a añorarla, después de tanto tiempo.


(...)


-¿Qué tal ha ido?-Me preguntó Justin una vez los dos solos en su habitación. Me senté en su cama y él se acomodó a mi lado.
-¿Qué crees tú?-Le digo con una sonrisa.
-¿Bien?-Preguntó.
-Más que bien, Justin. Tu familia es...-Suspiré-Todo lo que cualquiera querría tener y que yo nunca tuve-La sonrisa que Justin tenía en sus labios se desvaneció y se acercó más a mí, cogiéndome de la barbilla y levantándome la cara, encontrando nuestras miradas.
-Eh, Ale-Susurró muy cerca de mis labios-Yo voy a estar aquí para ti siempre, para abrazarte como novio, para aconsejarte como madre, y para jugar contigo como tu hermano-A lo último guiñó un ojo y yo me eché a reír.
-Eres un capullo, Justin.
-Puede, pero te he hecho sonreír. Y va en serio-Se pasó la lengua por los labios y acunó mi cara con sus manos-Y si no quieres, tienes a mi familia. Creo que ya te quieren más que a mí-Reímos los dos juntos y enredé mis manos alrededor de su cuello, hasta su nuca.
-Te quiero-Susurré contra sus labios.
-Bésame. 
-Llevas toda la comida queriendo hacerlo ¿Me equivoco?-Arqueo las cejas.
-No podía parar de pensar en otra cosa-Muerdo mi labio, provocándole-Mierda, Ale. Si no me besas tu, voy a besarte yo.
Sonrío y paso mi lengua por sus labios-Hazlo. Ya.

Suelta una risita casi inaudible y choca nuestros labios. No tardamos mucho en tumbarnos hacia atrás, Justin sobre mí. Me besa dulcemente hasta que nuestras lenguas empiezan a jugar juntas y salvajes. Meto las manos por debajo de su camiseta acariciando su espalda y él suelta un gruñido.
-Te dije que jugaríamos como si fuera tu hermano-Susurró contra mi cuello mientras no paraba de besarlo.
-Eres un puto perturbado Justin-Dije mientras reía y gemía a la vez. Sentí los dientes de Justin clavarse sobre mi cuello y gruñí.
-Gracias-Le escuché decir. 

Empecé a buscar la cinturilla de sus pantalones, le desabroché. Justin no dejaba de besarme cada parte de mi cuello hasta mi clavícula. A la vez metía sus manos por debajo de mi camiseta, acariciándome. Metí mi mano por dentro de sus pantalones y un gruñido mucho más alto que los demás anteriores brotó desde el fondo de su garganta.
-Shh-Le puse mi dedo en sus labios mientras sosteíamos nuestras miradas. Sus ojos estaban de un dorado oscuro, excitado. Soltó una sonrisita y volvió a coger mis labios.

-Mi familia está abajo...-Susurró.
-Eso es un problema-Dije en sus labios.
-Lo es, pero me excita mucho más.
-¿Entonces es tu abuela la que te excita y no yo?-Arqueé las cejas y me separé un poco de él.
-Eres tonta-Río y volvimos a besarnos. 

Me coloqué encima de él y todo empezó a ir más rápido aún si cabía. Sus manos subían y bajaban por mis espalda. Sus labios no abandonaban los mios, ni su lengua se cansaba de la mía. Sus manos bajaron hasta mi culo y lo apretó más contra sí, pegándome aún más a su cuerpo, a su cadera. Noté su erección debajo de mí y solté un gemido.

-Joder.

Su sonrisa se esparció por toda la cara-Cuánto me alegro de que lleves vestido.
Sacó éste un minuto después y lo tiró al suelo. Después hacía lo mismo con sus pantalones y camiseta, y empecé a besar cada parte de su torso. Desde sus labios, bajando por su barbilla, desviándome un poco hacía su cuello, por su clavícula. Explorando cada parte de él mientras se rendía a mí. Pegué un salto cuando escuché una música que provenía de el escritorio de Justin.

-Mierda. Es mi móvil-Maldije. Me levanté casi desnuda hasta el escritorio a coger mi móvil, y juro que por un instante sentí vergüenza de que Justin no dejara de mirarme de arriba abajo-Para de mirarme, Justin.
-Nena, estás buenísima ¿Te lo he dicho alguna vez?-Dijo en un gruñido tan sexy que me temblaron las piernas. 
-Cállate-Le espeté. En la pantalla de mi móvil aparecía un nombre, y un mensaje. 



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He vuelto :') No sé como decir que lo siento por estar tanto tiempo sin subir, pero lo siento de verdad. He estado estos días fuera después de las clases pero ya estoy en casa por unos días más así que bueno, aquí tenéis un mini maratón de 2 capítulos de No hay vuelta atrás. Espero que os guste porque me ha costado lo suyo escribirlo, aún que no me guzte, pero bueno :)))))))))))))) Gracias por darle RT al tweet, pero también me gustaría que me dijeráis por Tweets o comentarios en el Blog qué os parece, lo que más os gusta o cosas así, por fi. Y EMPEZARÉ A SUBIR MÁS SEGUIDO, PROMISE. SUMMER TIIIIIIIIIIIIIIME (8) OKYA. Os quiero muchitoo y gracias por seguir ahí<333

2 comentarios:

  1. ainsssssssss pero que lindos jajj
    y joderr quien habrá llamado ?¿¡ les a interrumpido¡¡ espero que no sea nada malo¡
    espero pronto el siguiente

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  2. Hola soy Anabelsimple.
    Me encaaaaaaaaaaaanta tu novela y la espera siempre merece la pena :)Eres muy buena escribiendo y lo momentos de Ale y Justin me enamoran! jajajaj sigue asi! espero el capi :)

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