Alejandra.
Cuando dejé a Justin en casa me dirigí
directamente de nuevo al almacén, donde todos seguían igual de impresionados
con lo que había pasado. Héctor me miraba con desdén y sabía que eso no era
nada bueno. Pero estaba dolida, y la ira junto con la adrenalina llenaba mi
cuerpo. Jeremy Bieber era como mi instructor, fue él el que me enseñó a
manejarme con todo este tema. Podríais pensar que era un capullo, por enseñar a
una niña este tipo de vida, pero no lo era, me salvó la vida. A pesar de
cambiar de casa cada mes prácticamente, él seguía conmigo, y no solo me
instruía, sino que también me cuidaba. Recuerdo el día que me dijeron que había
muerto. Lo mejor de todo es que quien me lo dijo era Héctor, y sin embargo
estaba tan triste que no podía ver que había sido él quien había sido y había
tenido la vergüenza de ir y contárselo a una niña. Apreté mis puños y me dirigí
al círculo que habían hecho para hablar este tema.
-¿Por qué coño lo hiciste, Héctor?-Le espeté.
Notaba cómo mi voz temblaba y necesitaba que eso cambiara, era fuerte, tenía
que serlo.
-Él era una mierda, súperalo Ale-Dijo con una
sonrisa. Yo hice una mueca.
-Eres un cabrón-Susurré clavando mi mirada en
él. En un solo movimiento, Héctor estaba delante de mí, ahogándome con su mano
agarrada con fuerza a mi cuello.
-Cállate zorra, tú no sabes nada, ni la mitad de
lo que crees que sabes-Su aliento se estampaba en mi cara y cerré los ojos con
fuerza, me estaba volviendo demasiado vulnerable-Bieber nos traicionó, a ti
también.
-¿Por qué? ¿Por querer a su familia? Por lo
menos él tenía una…-Dije con los ojos acuosos, mierda. Esto se me estaba yendo
de las manos.
-Tranquilízate Alejandra, no podemos volver a la
vida a Bieber, así que dejemos el tema ¿De acuerdo?-Dijo Frank metiéndose entre
Héctor y yo. Unas manos se posaron en mis hombros y cuando me giré, la sonrisa
de Ryan hacía que me tranquilizase un poco.
Asentí.
-Y ahora que sabéis que Justin es su hijo, ¿Qué
va a pasar?-Dije con la voz quebrada. Frank y Héctor se miraron entre sí, y
asintieron. Ahí fue cuando entendí, Frank sabía todo esto.
-Tienes que alejarte de él o-
-¿O qué?-Espeté.
-Ale-Dijo Frank-si no, vamos a tener que
matarte a ti también.
-¿Qué coño estás diciendo?-chillé-¿Vas a matarle
porque era el hijo de Bieber?
-Se me escapó una vez, no más. Y cállate la boca
o tendré que callártela yo mismo-Espetó Héctor.
Ryan, Danielle y Brit me cogieron de los brazos
y me llevaron fuera del almacén, yo estaba enrabietada, furiosa, querían matar
a Justin. No podía parar de pensar en otra cosa. ¿De veras? ¿Tendría que
repetirse la historia? No si yo no lo permitía, y no lo permitiré.
-¿Estás bien?-Dijo Brit rodeándome con su brazo.
La miré a los ojos un segundo y las piernas me temblaron. Caí de rodillas al
suelo y empecé a llorar, no podía aguantar más presión, no ese día.
-Van a matarlo, van a matarlo…-No podía dejar de
pensar en otra cosa.
-No lo van a matar, tranquila-Dijo Danielle
acariciándome la espalda.
Justin.
Estoy jugueteando con una pelota de baloncesto.
Juego a encestarla en mi papelera, el grado de mi aburrimiento es bastante
alto, como se puede apreciar. Unos golpes a la puerta me hacen fijar la mirada
en ésta. Mi madre asoma su cabeza y con una sonrisa pasa a mi habitación.
-¿Cómo estás, cariño?-Me dice mientras yo me
acerco a ella.
-Muy bien-Le sonrío-¿Cómo ha sido? Ya sabes…
-Ale es muy especial, Justin. Vas a tener que
saber cuidarla muy bien y hacerla olvidar todos sus demonios, porque su pasado la
persigue y nadie mejor que tú sabe que el pasado siempre te persigue y está
ahí, pero puedes superarlo, aún que ella no lo crea-Mi madre acarició mi mejilla y ahí comprendí.
-¿Sabes que ella-
-¿Qué está en la banda de papá?Sí, lo sé. Y no
hace falta que te diga que los dos corréis peligro, sobre todo tú,
Justin-Agaché la cabeza, sabía eso desde que me enteré de donde estaba Ale
metida. Y ahora que toda su banda sabe quien soy, el peligro que corro es el
doble.
-La quiero-Susurro. Mi madre me abraza y me da
un beso en la mejilla.
-Vais a estar bien, ya lo verás-Dijo contra mi
cuello. Rezo para que eso sea cierto.
A la mañana siguiente recibo un mensaje de Ale,
quiere quedar conmigo en 15 minutos en el parque que hay en frente de nuestro
colegio. No entendí la prisa, pero me arreglé y fui, sin pensarlo. Allí me la
encontré sentada en un banco, con la cabeza agachada.
-Hola-Le dije. Ella levantó la mirada y me quedé
asombrado. Sus ojos estaban inyectados en sangre, y dilatados. Sus ojeras
decían que no había dormido en toda la noche, incluso durante más tiempo.
Estaba pálida-¿Estás bien?
-Estoy…-Tragó saliva y cerró los ojos antes de
volver a hablar-Bien.
-Ale-Me senté a su lado-¿Has estado bebiendo o
tomando drogas?-Le dije volviéndola a mirar a los ojos. Ella me miró y sus ojos
estaban cristalizados. Negó con la cabeza-Entonces dime qué está pasando.
-Ellos-Empezó-Quieren matarte. Tienes que irte-La
voz le temblaba.
-¿Qué? ¿Por qué?-Dije con los ojos abiertos, no
podía creerlo.
-Por tu padre. Te lo dije, no soy buena para ti.
Tendrías que haberme hecho caso y haberte alejado de mí, joder-Espetó-Ellos
quieren matarte.
-¡Esto es una puta mierda!-Chillé
levantándome-¿Cómo puedes permitir que jueguen así con la vida de alguien? ¡Es
la mía joder!
-¿Qué
cojones quieres que haga? ¿Te crees que puedo solucionarlo?-Gritó ella.
-Muy bien-Me volví a sentar e inspire
profundamente-Voy a matar a ese cabrón antes de que él me mate a mí, eso es lo
que haré-Tragué saliva.
-¿Qué? No puedes, Justin.
-¿Va a decirme lo que tengo que hacer ahora?-Le
espeté y al segundo, me arrepentí. Ella se dio la vuelta y empezó a
alejarse-Ale ¡espera!-La seguí y la cogí la mano.
-Suéltame por favor-Suplicó, estaba
llorando-Dime ¿Qué hago yo? Dime que hago porque sé que esto es una mierda, y
yo te he metido en ella. Ya sé que yo tengo la culpa de todo y que si te matan
será todo mi culpa y que-
-Shh-No podía oír más ¿En serio ella creía todo
eso? La abracé lo más fuerte que pude contra mi pecho y ella empezó a sollozar
en él-Nada de esto es tu culpa, amor. Te quiero, y si no hubiera sido por ti,
no sé que hubiera hecho.
-Mientes-Dijo en mi pecho.
-No miento. Eres una de las mejores cosas que
tengo-La besé el pelo.
-¿De verdad?-Elevó la cabeza para encontrarse
con mi mirada.
-De verdad-Sonreí, asentí y estampé mis labios
contra los suyos-Vamos a superar esto.
-No vas a estar solo-Se separó de mí y yo fruncí
el ceño-¿Crees que voy a dejarte solo en esto? Voy a ayudarte a matar a Héctor.
-No puedes, Ale. Irán tras de ti también
entonces-Le acaricié la mejilla y metí un mechón de su castaño pelo detrás de
su oreja.
-Justin voy a ayudarte quieras o no. Héctor me
ha hecho de todo, y ni siquiera puedes pensar en todo lo que he pasado hasta
armarme de valor para enfrentarme a él. Ahora podemos. Tú y yo.
-Tú y yo, siempre-La susurré muy cerca de sus
labios.
-Siempre-Respondió ella y unió nuestros labios.
Alejandra.
Nos pasamos toda la semana preparándolo. Yo no
dormí en casa, sino que dormí en la de Justin, con el permiso de su familia me
dejaron quedarme unos días hasta que mi Padre de acogida “volviera de sus
vaciones” era todo pura mentira, obviamente. Pero tenía tanto miedo de volver a la casa que preferimos mentir al respecto. Cuando terminé de vestirme para bajar a
desayunar unas manos se posaron en mi cintura, haciéndome sonreír.
-Buenos días-Susurró en mi cuello.
-Buenos días-Me giré y le di un pequeño beso en
los labios.
-¿Has dormido bien?-Justin arqueó las cejas.
-Bueno-Me encogí de hombros-Tu familia volvió
tarde anoche y un señorito no me dejó dormir mucho, la verdad-Dije poniendo los
brazos en jarras.
-¿Ah sí? ¿Y qué hicisteis? ¿Jugasteis a el
ajedrez?-Su tono era divertido y pícaro a la vez, me encantaba el Justin
divertido y sexy.
-Sí, al ajedrez-Me eché a reír y le di un
manotazo en el pecho para apartarle y así poder seguir haciendo la cama.
-Adivina qué-Dijo sentándose en la mesa del
escritorio. Para qué estarán las sillas ¿Verdad?
-¿Qué?-Le miré, elevando una ceja.
-Me han mandado una carta de la universidad de
California, la que solicité beca de fútbol-Dijo quitándole importancia elevando
una mano.
-¿Qué?-Me acerqué hasta apoyar mis manos en sus
muslos-¿Te han cogido?-Miró a su lado y había un gran sobre blanco encima del
escritorio-Ábrelo, ¡Vamos!
-No sé… es que…-Se mordió el labio.
-Vamos Justin-Cogí el sobre y se lo puse en las
manos-Ábrelo.
Él me dio una mirada más, estaba aterrado.
Comenzó a abrir el sobre lentamente, tanto, que hice un sonido imitando a un
ronquido para indicarle que me estaba durmiendo. Él carcajeó y por fin lo
abrió. Había un montón de papeles ahí metidos, dios. Empezó a leer el primero,
y después me miró. Una sonrisa tiró de sus labios.
-¿Qué? ¡Di!-Le dije.
-Me han aceptado. Me han concedido la beca de
Fútbol-Dijo como si casi ni se lo creyera.
-Eso es increíble, enhorabuena-Le dije
besándole. A pesar de la sonrisa que tenía en mi rostro y que no podía dejar de
enseñar ni disimular, un vacío empezó a instalarse dentro de mí. Justin se iría
a California en otoño y yo… seguiré estancada aquí.
Esa misma noche, nos encaminamos hacia el
almacén, no sin antes haber hablado con Ryan. De acuerdo, no quería meterle a
él en esto, pero no dejaba de decir que esto cambiaría mi vida, y que sería un
buen pase para despedirme de todo esto, y que si era para eso, él haría lo
imposible. A estas horas sólo están Héctor y Frank en el almacén.
-Entraré yo solo-Dijo Justin cuando estábamos en
la puerta trasera.
-Justin, pueden matarte-Le cogí la mano.
-Nena no pasará nada, lo prometo-Me besó la
frente y yo asentí. Él entró.
Justin.
Avancé por los pasillos sin ningún problema, ya
que sabíamos que a esta hora solo estarían Frank y Héctor haciendo contabilidad
y era más fácil. Me pegué a la pared cuando llegué a la habitación de donde
provenían sus voces. Iba a hacerlo por mi padre, por todo lo que le ha hecho a
Ale. Ese cabrón iba a pagar todas y cada una de las cosas que había hecho.
-Te estábamos esperando-Alguien me tocó el
hombro con fuerza y lo último que recuerdo fue la cara de aquel cabrón
riéndose.
(…)
Abro los ojos lentamente, los párpados me pesan
más de lo que deberían, pero aún así mantengo los ojos abiertos. Un baño de
agua fría cubre mi rostro ahora.
-Despierta, princesita-Dice alguien detrás de
mí. Intento girarme pero no tardo en darme cuenta de que estoy atado a una
silla de pies y manos.
-¿Qué estás haciendo?-Digo mirándole.
-Qué estabas haciendo tú, jovencito. No deberías
jugar con fuego, acabas quemándote.
-Vas a pagar por todas las cosas que has hecho
Héctor-Le espeté.
-A mí me parece que el que va a morir hoy aquí
eres tú-Su cara se acerca demasiado a la mía-O puede que ella-Señala a una
esquina de la húmeda habitación y veo a Ale amarrada como yo, pero ella tiene
una cinta de esparadrapo en la boca.
-Mierda Héctor ¡Suéltala! Voy a matarte,
joder-Le grito.
-Bieber, mira a tu alrededor y date cuenta quién
es el que está atado y jodido hasta más no poder. Ese eres tú, y vas a acabar
como tu padre, amigo mío.
-No te atrevas a mencionarle hijo de puta…-Le
espeté.
-¿Qué vas a hacerme?-Carcajeó y yo le escupí en
toda su cara-Te estás cavando tu propia tumba, espero que sepas eso Bieber-No
me da tiempo a reaccionar cuando siento un puñetazo en mi boca. Maldigo en voz
baja y escupo al suelo-¿Qué dices ahora, Bieber?-Una patada en mi pecho hace
que mi ira se descontrole por todo mi cuerpo.
-Desátame y vamos a ver quién es el hombre aquí,
capullo-Le digo. Pero solo me gano una carcajada y otro puñetazo en mi cara de
su parte.
-Calla, no te conviene hablar ahora. Pensaba que
lo sabrías-Dice-Si quieres que tu querida novia siga con vida-Desvío la mirada
a Ale. Tiene los ojos rojos y sé que ha estado llorando, me mira aterrada y
niega con la cabeza. “Te quiero” La digo en un susurro y ella hace una mueca.
-Ni se te ocurra tocarla. Además-Sigo-Mi padre
era un traidor por no poner la banda antes que a nosotros, pero, tú vas a matar
a alguien de tu familia ¿Eso no es deshonra?
-No, si la zorra de la chica nos ha traicionado
liándose contigo-Otra patada más. No puedo más, no estoy preparado para esto.
Me retuerzo de dolor mientras él ríe.
-No la insultes…-Susurro.
-Te repito que no puedes hacer nada para
detenerme.
-Desátame y vamos a ver-Le espetó una vez más.
Esta vez parece pensarlo.
Para saber que has leído el capítulo, ¿Puedes darle RT Aquí , por favor?
Hooooooooolap. Bueno, ya estoy aquí de nuevo. Y vengo con una pequeña noticia. El final de esta novela está llegando y la razón por la que no la he alargado es básicamente que, no tengo lectores y los que tengo (casi todos menos mi mami psicopata de ask y alguna más) son como fantasmas so...
Espero que disfrutéis este capítulo y volveré pronto <33
Sonríe a la vida.
Me encantaaa :3 alargala un poco más plissss jijijiji dios quiero el siguiente :)
ResponderEliminar